Al Centro Cultural Internacional Niemeyer, importantísima obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, situado en la margen derecha de la ría de Avilés y conectado con el casco histórico de la ciudad asturiana del mismo nombre a través del emblemático puente de San Sebastián, pintado con los colores del arco iris y también conectado por la famosa pasarela "la grapa", le ha salido un competidor en cuanto a la estructura y forma del edificio.
El Centro Internacional Niemeyer está emplazado sobre una parcela de 44.213 metros cuadrados y cuenta con una superficie total construída de 16.726 metros cuadrados. Uno de sus iconos, es la cúpula, una semiesfera que encierra un espacio expositivo diáfano de 2.500 metros cuadrados. El segundo icono es el espacio gastronómico, con una torre mirador levantada a una altura de 26 metros. El tercer icono, es el edificio polivalente, la única sala permanente de Asturias para la exhibición de cine en versión original. Este edificio cuenta también con salas de conferencias, ensayo y reuniones. así como cafetería, tienda y recepción de visitantes. El cuarto icono es el auditorio, edificio emblemático del centro cultural. Un espacio sin palcos, solo una platea única con aforo para 1.000 personas. Cuenta con una "gran ventana", el portón del escenario. Parece cerrar el edificio y no hace más que darle la posibilidad de abrirse a la plaza y de trasladar el espectáculo al aire libre. Una gran plaza blanca rodea el centro.
Pues a este edificio le ha salido un competidor en forma de gigante tarta, nada más y nada menos. Y para comparar, vean las dimensiones y características de la tarta. Su nombre es el de Tarta Niemeyer y sus medidas nada despreciables son de 1,90 metros de largo, por 1,35 metros de ancho y 0,50 metros de altura. Y como la tarta es de bizcocho, almendra y yogur aparenta ser frágil, pero su peso real es de 200 kilográmos, presentada en base de madera con cuatro asas para poder transportarla entre cuatro personas. Y de trabajo, algo más de 30 horas, más de tres días y medio. Si la obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer es importantísima, la del maestro confitero Alfonso Lucena también llamó poderosamente la atención.
Su autor, el maestro confitero con experiencia en certámenes internacionales Alfonso Pérez Lucena, propietario de Confitería Almabe de Avilés, que con motivo de la feria Sweet Llambión presentó dicha tarta a la exposición. Y llamó la atención y fue importante centro de fotografías de turistas y visitantes.
En los fotografías del Centro Cultural podemos ver su esplendor y en las de la tarta, podemos observar la minuciosidad y calidad del trabajo realizado por Alfonso, aunque si nos gustaría también poder saborearla, para deleitarnos con tan magno trabajo, que solamente los verdaderos maestros confiteros son capaces de realizar, pues además de decorar, hay que proporcionar sabores.
Y como los verdaderos maestros son maestros en todas las ocasiones y en todas las estaciones, también presentó en el mismo certamen, acompañado de sus dos hijas Belén y Arancha una nueva innovación de confitería, los CÓPOLIS, cuyo nombre sacaron de la CÚPULA del Niemeyer. Y estos tipos de bombón,
hechos con praliné (masa madre del turrón), sí que revolucionaron a los presentes. Llamó enormemente la atención su colorido, pues según el color del cópolis, ese es su sabor.El maestro Alfonso lleva años innovando en confitería y pastelería. Desde su confitería Almabe, situada en la avilesina calle de Hermanos Soria en el típico y tradicional barrio avilesino de El Carbayedo, presenta continuamente trabajos de alta calidad. Acompañado en el obrador por sus yernos Reguero y Julio, son especialistas entre otras muchas variedades, del tradicional Bollo de Pascua de Avilés y de las Pastas de Té, de las que sacan diariamente al mercado treinta y siete clases diferentes.
Esta tradicional confitería avilesina que lleva en el mercado desde 1976, es de las que podemos considerar como "familiar", pues en la misma trabaja toda la familia (Alfonso, esposa, hermanas, hijas, yernos, nietos, et.). Nos alegramos del éxito de Alfonso y de su familia, que en momentos de descanso nos visitan en Carrandi en La Curuxa del Sueve. Y adelantamos, que en el mes de Setiembre, estará en Carrandi para impartir en las instalaciones de La Curuxa del Sueve a clientes y amigos, un curso de repostería, donde, entre otros, será realizado y presentado un postre típico de Carrandi.
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